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Da Vinci cubano

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domingo, marzo 13, 2005

La zaga de un derecho

Por: MonguiFoto Ismael Almeida
Yoshiro pudiera ser como tú, con la diferencia de que vive en Japón y se ha convertido en un hikikomori, es decir, un chico adicto a Internet y a los videojuegos de tal manera que solo sale de su cuarto cuando va al baño o a la cocina. Esta enfermedad afecta a miles de adolescentes de su país, sobre todo tras algún fracaso escolar debido a la férrea estructura educativa en esa nación asiática.Demetrio, quien vive en los Estados Unidos, también podría ser como tú, pero con sus 14 años dejó de asistir a clases después de que sus padres decidieran pagarle un maestro particular ante la violencia desatada en muchas escuelas norteamericanas.Tampoco tienen derecho al desarrollo y a la participación cientos de miles de niñas, niños y adolescentes de Latinoamerica y África, donde son obligados a trabajar, prostituirse e, incluso, integrar bandas paramilitares. Afortunadamente la realidad en Cuba es distinta.El proyecto cubano, participativo en esencia, enseña desde temprano a sus pequeños a ejercer la democracia y la expresión. Las celebraciones de congresos pioneriles a distintos niveles, únicos en el mundo, son claro ejemplo de ello.Nuestros pioneros, con el aprendizaje en su organización estudiantil, realizan sus propias elecciones anualmente, hacen valer sus derechos y conocen sus deberes ciudadanos.Ellos no tienen razón para, como Yoshiro o Demétrio abandonarse dentro de la casa; ni como los miles de pequeños de Latinoamérica o
África, dejar que los exploten. Ellos saben exigir sus derechos, porque la propia sociedad cubana los prepara desde el proceso docente-educativo, en el cual los menores tiene resguardo legal para sus criterios.Ellos saben que sus opiniones no solo son respetadas, sino tenidas en cuenta para el desarrollo de la sociedad.

martes, marzo 08, 2005

¡Ay Fidel si te enteras de mi weblogdistracción!

Hay ya casi me iba para el trabajo y recien mi hijo de 9 años me pregunta si deseo todo su cariño, un beso o un regalo por el Día Internacional de la Mujer. Yo le he dicho que prefiero las tres cosas.

No es ambición calculen que no es fácil quedarse sin la primera ni la segunda opción y que hoy es mi día. Ni Clara Zettin pudiera imaginar que tantas y tantas féminas recibimos hoy el calor de nuestros compañeros en el matrimonio, de trabajo, en la familia, en el barrio.

Y es que Cuba es eso. amor y pretextos para amar. alegría que no quiero que pierdas Hoy porque sería imperdonable. Ya tengo que agenciármelas para llegar haciendo autostop, en el omnibus si aparece, puede que no tenga ni almuezo hoy en el trabajo y que tropiece con miles de dificultades más, pero la felicidad de ser mujer y cubana me hace crecer. Ser madre, trabajadora, esposa, hija, compañera y revolucionaria.

Sin tapujos ni loas estar hinchada y quiero que compartas conmigo esta alegría. Para ti mujer que me acompañas en estas líneas o el caballero que se acerque a husmear de qué escribo. Para todos mi amor.

A Fidel el amor bien grande de todas nosotras que en plenas elecciones ya estamos en un porciento bastante alto de candidatura, prestas al Congreso, amigas en los sectores más impensables y filósofas de las utopías de aquí, allá y acullá donde siempre él nos acompaña. A Chávez porque dentro de su intento sé que va también el desarrollo integral de la mujer venezola y el de todas las latinoamericanas, caribeñas y menos beneficiadas del mundo.

¡Felicidades amigas!

¡Ay Fidel, por nada del mundo debes enterarte de mi weblogdistracción!